Una fe valiente

17 de noviembre de 2023

Una fe valiente

"Por la fe" son tres de las palabras más importantes de toda la Biblia.

La fe es creer en la verdad que ha sido revelada por Dios. También es esperanza en lo que Dios ha revelado sobre Sí mismo, el mundo y las cosas que serán en la eternidad.La fe también nos ayuda a comprender los orígenes del universo. Dios ordenó la existencia del mundo y del universo entero. Eso es lo que revela la Biblia. Es la fe la que nos permite aceptar esa verdad.

En el caso de Abel, el hijo de Adán y Eva, Dios dejó claro que las personas deben acercarse a Él sobre una única base: la fe. En otras palabras, Abel y todos los individuos después de él podían encontrar el favor de Dios cuando confiaban en Él-demostraron fe en Su Palabra.

Otro ejemplo fue Enoc, un individuo del Antiguo Testamento que también vivió por fe en la Palabra de Dios. Caminó con Dios. Confiaba en Él. Creyó lo que Dios le reveló. Si usted viene a Dios a través de Jesús por fe, entonces usted debe caminar con Él también por fe. Es entonces el caminar del creyente lo que se vuelve importante.

Pero lo más inusual es que Enoc aparentemente no murió. Simplemente fue trasladado a la presencia de Dios. Pero antes de eso, él creyó en Dios después de que nació su hijo Matusalén (Génesis 5). No hay evidencia de lo que Dios le dijo a Enoc, pero él confió en Él a pesar de todo, y se convirtió para él en vida eterna.

La fe marca la diferencia en nuestra relación con Dios. Usted simplemente no puede vivir una vida suficientemente buena para agradar a Dios y encontrar Su favor. Lo que agrada a Dios es cuando le crees. Cuando pones tu fe en lo que Él ha revelado.

Si quieres venir a Dios y ser encontrado aceptable por Él, debes creer que Él existe y que Él es quien dice ser. Debes creer todo lo que Él ha revelado acerca de Él en Su Palabra.

¿Le crees a Dios? 

Luego está Noé, que quizá sea uno de los diez héroes de la fe más famosos de toda la Biblia. Y la razón es que tuvo que desafiar la lógica y el sentido común para creer a Dios. Cuando Dios ordenó a Noé que construyera un arca, Noé nunca había visto llover ni una tormenta, y mucho menos había imaginado algo tan sustancial como un barco flotante. Pero creyó. Y su fe salvó a toda su familia. Su salvación incluyó la salvación de toda su familia (Génesis 6)

Ese es el poder de la fe: te lleva a Dios. Y ahora tu fe está en Jesús, el Hijo de Dios. Él hizo todo por ti. Y cuando pones tu fe en Él, no habrá juicio para ti. Sólo liberación. Sólo vida, y vida para siempre con Dios.

Esa es la promesa de Dios. ¿Tendrás fe?