Cristo, el hombre perfecto
“Aunque el libro de Levítico puede parecer un rancio registro de ritos vacíos y ceremonias insignificantes, permítame decirle que, ¡Cristo está en Levítico! Él está, creo yo, en cada página de la Escritura.”
El libro de Levítico, lejos de ser una colección de ceremonias sin sentido, revela de manera sorprendente a Cristo en cada detalle. Las cinco ofrendas descritas allí son, en realidad, un retrato de la persona y la obra del Señor Jesús.
Las tres primeras son de olor grato, presentando quién es Cristo, y las dos últimas muestran Su obra redentora. Entre ellas, la ofrenda de vianda ocupa un lugar especial: revela Su humanidad perfecta.
“La ofrenda de vianda habla de la perfecta humanidad de Jesús... La meta de Dios para el hombre fue cumplida en Él.”
Ingredientes incluidos en la ofrenda
Flor de harina: representa la humanidad perfecta de Cristo.
“Él es el único hombre perfecto que jamás estuvo sobre esta tierra.”
Aceite: símbolo del Espíritu Santo en Su vida.
“Fue nacido del Espíritu; bautizado por el Espíritu; guiado por el Espíritu; enseñó, hizo milagros y se ofreció a Sí Mismo en el poder del Espíritu.”
Incienso: muestra la fragancia de Su vida incluso bajo presión y sufrimiento.
“Él nunca es más precioso que allá en la cruz.”
Sal: símbolo de pureza y testimonio.
“Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal.”
Ingredientes excluidos
Levadura: representa el pecado; Jesús estuvo libre de corrupción.
Miel: la dulzura natural del hombre; Jesús nunca fingió ni engañó a nadie.
El fuego del sufrimiento
“La ofrenda de vianda fue puesta sobre el fuego, simbolizando el sufrimiento que Cristo soportó a manos de hombres.”
No se trata del sufrimiento por nuestros pecados, sino del dolor que soportó por la condición caída del mundo. Su corazón fue quebrantado mucho antes de la cruz.
Una invitación final
“¿Está usted desanimado consigo mismo? ¿Acongojado y quebrantado de corazón? Entonces, vuelva sus ojos a Jesús. Él es maravilloso. Él es completamente y verdaderamente hermoso.”

