El Mejor Amor: La Clave para un Matrimonio Verdaderamente Bendecido

Los cuentos de hadas y los romances siempre terminan con un cuadro feliz y color de rosa de un futuro lleno de felicidad y contentamiento. De hecho, siempre terminan donde empieza la vida realmente – en la ceremonia de boda. ¿Por qué hoy en día, aproximadamente la mitad de los matrimonios terminan en divorcio? Obviamente, esos no vivieron felices para siempre. Algunos no duraron hasta el fin de la luna de miel. Se están escribiendo muchos libros para tratar de remendar los problemas matrimoniales. La mayoría de ellos ponen ciertas reglas y reglamentos para hacer un éxito del matrimonio. Esto ha abierto un nuevo campo para que la iglesia entre en él. Antes era tabú. “Sexo” era una palabra sucia. Ahora es el tema principal de la conversación, sermones y seminarios en la iglesia. Mientras más explícitos, mejor se venden los libros a los santos.

El problema no es ni el matrimonio ni el sexo. La salida del problema no es el divorcio. El problema es que la gente que se está casando no está preparada para una relación que solo Dios puede bendecir. La corrección debe hacerse antes del matrimonio, no después. Se requiere el tipo correcto de hombre y el tipo correcto de mujer para tener un matrimonio feliz. Dios promete un matrimonio feliz a Sus hijos que son el tipo correcto de creyentes. Solo un hombre lleno del Espíritu puede ser la cabeza de su hogar. Solo una mujer llena del Espíritu puede responder a un hombre lleno del Espíritu. Cualquier cosa menos asegura un viaje difícil sobre el mar del matrimonio. Este viejo dicho todavía es correcto: Más vale prevenir que lamentar.

Hay una obsesión hoy con el sexo que es positivamente aterradora y absolutamente alarmante. Solo hay que consultar la literatura contemporánea para reconocer esto. La moralidad popular es ahora un yermo, cubierto de los escombros de convicciones rotas. En demasiadas universidades hoy en día, la promiscuidad sexual entre los estudiantes es un mal peligroso y creciente. Así que nuestros jóvenes van viajando en el camino difícil hacia el infierno en una atmósfera que enfermaría a cualquier animal decente, y nadie cree que las  cosas están tan malas como parecen.

La respuesta no es simplemente aprobar más leyes. Se ha de encontrarse en la regeneración por Su Espíritu, quien solo puede poner fuego en las almas de los hombres con una sed enviada divinamente para mayor pureza, tanto para el individuo como para el cuerpo político. Aparte de tal ardor y purga espiritual, los hombres se hunden bajo el peso y la corrupción de su propio pecado.

La Palabra de Dios trata el tema del sexo con denuedo, franqueza y directamente. No se maneja como algo sucio, y no es tabú ni teórico, sino que es claro y teológico. La Biblia es directa y trata con ello en lenguaje alto y elevado. Creo que es hora de que se escuche a Dios. Siento que el púlpito, desde hace tiempo, debe presentar lo que Dios tiene que decir sobre este tema.

En el mero principio, fue Dios quien los creó hombre y mujer. Fue Dios quien trajo a la mujer al hombre. Dios les bendijo, y el matrimonio vino a ser sagrado y santo y puro. Y, amigo mío, es solo la relación entre hombres y mujeres que Dios bendice aquí abajo – Él no promete bendecir ninguna otra. Él dice que si el matrimonio se hace según Su plan, Él la bendecirá aquí abajo. Dios quiere que Sus hijos sean felizmente casados. Él tiene un plan y propósito para cada uno de nosotros, sí solo le escucháramos a Él.



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