Frustrando al enemigo

Cuando Satanás desea destrozar una comunidad, empieza con los hombres. Cuando desea destrozar una familia, empieza con los hombres. Satanás desea destrozar la relación íntima entre los hombres y Dios y, como consecuencia, destrozar cada relación que tienen.

Cada Hombre un Guerrero es un curso de discipulado que llama a los hombres a crecer en una relación profunda y de amor perfecto con su Padre celestial para poder triunfar en áreas cómo: dinero, matrimonio, crianza de niños, sexo, trabajo, y tiempos difíciles.

Es un programa de grupos semanales del discipulado. Los hombres se reúnen para aprender a ser los guerreros que Dios desea que sean — no viviendo una vida mediocre, sino plena, creciendo, madurando y siendo capacitados en las áreas en las que luchan y necesitan vencer.





Queremos que más personas del mundo de habla hispana conozcan este ministerio que ha cambiado los corazones, y como resultado, las vidas, de miles de hombres en 51 países y 15 idiomas.

EL PROYECTO:
Traducir y producir el programa radial de un minuto de Every Man a Warrior del inglés al español.

Distribuir el programa a emisoras alrededor del mundo de habla hispana.

EL OBJETIVO:
Alcanzar a los hombres del mundo de habla hispana con verdades bíblicas para ayudarles a crecer en su relación con nuestro buen Dios y, cómo resultado, tener éxito en la vida.

LA META:
Recaudar $5000 para realizar la traducción, producción y distribución del programa radial. (Por lo menos 200 programas de 1 - 2 minutos para distribución a través del mundo).

Para realizar este proyecto que tiene el potencial de cambiar vidas, familias y comunidades, necesitamos su ayuda.

Su ofrenda hoy de $50, $75 o hasta $150 al proyecto de Cada Hombre un Guerrero nos ayudará a alcanzar a hombres con verdades bíblicas que les dejarán triunfar contra el enemigo y ser exitosos en la vida.

Llame hoy y con mucho gusto le atenderemos  1-800-880-5339 o 919-460-3797

Gracias por su colaboración en este proyecto que puede destrozar los planes del enemigo.

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Oramos para que Dios levante una generación de hombres que sean fortalecidos por Su poder y llenos de Su plenitud.
(Efesios 3:14-21)