Iglesias Bíblicas en Tiempos de Confusión Cultural

Hoy en día, muchas iglesias que antes enseñaban fielmente la Palabra de Dios se han alejado de las verdades bíblicas. Esta desviación no sucede de un día para otro, sino en pasos sutiles pero peligrosos.
Primero, comienza con la negación de la autoridad bíblica. Cuando se deja de reconocer la Biblia como la máxima autoridad, las opiniones humanas y las tendencias culturales comienzan a ocupar su lugar. Los líderes tratan la Palabra de Dios como una opción más, en lugar de reconocerla como la Palabra viva de Dios someterse a ella.
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”. Hebreos 4:12
Después llega el compromiso doctrinal. Para evitar ofender a la sociedad, algunas iglesias suavizan o alteran doctrinas fundamentales como el señorío de Cristo, la pecaminosidad humana y la necesidad urgente del arrepentimiento. Como resultado, se predica un evangelio incompleto que no puede salvar, como se expresa el apóstol Pablo:
“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree”. Romanos 1:16
El deseo de ser aceptada por la cultura agrava aún más la situación. Para ser vistos como modernos y relevantes, muchos líderes justifican enseñanzas contrarias a la verdad de Dios. En lugar de ser transformados por la Palabra, son conformados por el mundo. Pero Pablo advierte claramente:
“Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo”. Gálatas 1:10
A esto se suma la pérdida de la santidad y la vida de oración. Cuando la comunión con Dios se debilita, la iglesia pierde su poder espiritual y cae fácilmente bajo las influencias del pecado y el error. La Palabra nos exhorta:
"Oren sin cesar. No apaguen el Espíritu". 1 Tesalonicenses 5:17,19
Finalmente, viene una redefinición equivocada del amor y la tolerancia. Se reemplaza el verdadero amor, que advierte y corrige, por una aceptación superficial que celebra incluso lo que Dios condena. Así, las almas son alejadas de la gracia verdadera que salva y transforma. Según la Escritura, el amor verdadero,
"no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad". 1 Corintios 13:6
En vez de ser la luz del mundo, estas iglesias terminan reflejando la oscuridad de la cultura. Los creyentes ya no son desafiados a vivir para Cristo; son adormecidos por mensajes cómodos que no confrontan el pecado ni llaman al arrepentimiento. Y los líderes, en lugar de obedecer a Dios, buscan agradar a los hombres.
Frente a este panorama, es vital que cada cristiano pertenezca a una iglesia que permanezca fiel a la Palabra de Dios.Una iglesia bíblica reconoce la autoridad de la Biblia, predica el Evangelio completo, ora y persigue santidad, discípula en la verdad, y resiste la presión cultural.
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Es un recurso práctico que te enseñará cuales características buscar en una iglesia para encontrar una congregación que honra a Cristo por encima de todo.