No está aquí, pues ha resucitado

“No está aquí, pues ha resucitado como dijo”. Mateo 28:6
Estas palabras profundas invocaron tanto temor como inmensa alegría entre quienes las escucharon.
Tú debes tener una reacción similar hoy
Imaginamos que las semanas antes de la resurrección de Cristo eran un remolino de eventos y una montaña rusa de emociones.
Sus seguidores lo vieron realizar el extraordinario acto de resucitar a Lázaro de entre los muertos. Luego, ¡entró triunfalmente en Jerusalén, aclamado como su Rey!
Pero, al rato, su alegría se convirtió en ansiedad al ver a Jesús enfrentar traición, arresto, una brutal golpiza y, en última instancia, una crucifixión brutal.
Habían creído que Él era el Elegido que iba a liberarlos de sus adversarios y establecer Su reino.
Pero, en vez de celebrar ese futuro tan anhelado, en las primeras horas de la mañana, se encontraban frente a su tumba vacía sin saber que pensar o creer.
Se sorprendieron al oír que Jesús había resucitado, a pesar de que les había dicho varias veces que iba a pasar: que le crucificarían y ¡que resucitaría!
“Comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día”. Mateo 16:21
Todo depende de la resurrección.
Jesús “fue entregado [a la muerte] por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación”. (Romanos 4:25) Su muerte pagó la pena por nuestros pecados, y su resurrección nos da una esperanza viva. (1 Pedro 1:3-5)
Si Jesucristo no ha resucitado ¡estás en peligro!
Tienes que acudir a Jesús, creyendo que sólo a través de Él puedes obtener el perdón de tus pecados y la reconciliación con Dios.
“Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás”. Juan 11: 25,26
¿Crees esto?
Jesucristo ha muerto por aquellos que lo confiesan con su boca, y creen en su corazón que Dios lo ha resucitado de entre los muertos. (Romanos 10:9)
Al creer así, Dios te trasladará de la muerte espiritual a la vida espiritual y nacerás de nuevo.
“El que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios”. (Juan 3:3)