Porque Jesús estaba enojado
En el Antiguo Testamento, Dios se enojó con el pecado. Jesús, Dios encarnado, se enojó con el pecado. El cristiano, del mismo modo, debe enojarse...
Este librito del Dr. J. Vernon McGee rompe con la imagen popular de un Jesús débil y pasivo, mostrando al Cristo bíblico que aborrece el pecado con justa indignación. A lo largo de las Escrituras, vemos que Jesús se enfureció ante la hipocresía religiosa, la injusticia y la dureza de corazón, porque su carácter perfecto no podía tolerar el mal.
También se nos recuerda que Dios sigue siendo un juez justo, que disciplina a sus hijos y juzgará el pecado con santidad. Este mensaje desafiante nos invita a no tomar a la ligera el pecado y a refugiarnos en Cristo, el único lugar seguro ante la ira venidera. (Basado en Marcos 3)
También se nos recuerda que Dios sigue siendo un juez justo, que disciplina a sus hijos y juzgará el pecado con santidad. Este mensaje desafiante nos invita a no tomar a la ligera el pecado y a refugiarnos en Cristo, el único lugar seguro ante la ira venidera. (Basado en Marcos 3)
