Que de los falsos cristianos

No es extraño ver a personas religiosas que hacen cosas malas, hipocresías e incluso abusos. Es lamentable, pero no es raro.

Si vemos a cristianos haciendo estas cosas malas, puede hacernos cuestionar la validez del cristianismo.

Recuerda esta verdad fundamental: ¡Los cristianos siguen a Cristo el Salvador perfecto, no a humanos imperfectos!

La Biblia nos advierte en 1 Juan 2:4: “El que dice: ‘Yo le conozco’, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él”.

Existen muuuuuchas personas que profesan ser cristianos, pero, en realidad, ¡no lo son!

No hay duda de que la hipocresía en la iglesia puede ser desalentadora. Jesús mismo fue un crítico severo de los hipócritas religiosos de Su tiempo.

“¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu propio ojo, entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano.” (Mateo 7:5)

Sin embargo, la existencia de hipócritas no invalida la verdad del Evangelio.

La realidad es que somos humanos, todos hemos pecado, y merecemos el castigo de Dios. La buena noticia es que Jesucristo vino como el sacrificio perfecto para tomar ese castigo por nuestros pecados.

“En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre”. (Hebreos 10:10)

Jesucristo murió en la cruz y resucitó de entre los muertos para pagar el precio de nuestros pecados.

Debemos mirar a Él como el fundamento de nuestra fe, no a ninguna iglesia, pastor, predicador o persona.

¿Cómo respondemos a la hipocresía en la iglesia?

• Evita medir tu fe por las acciones de “personas religiosas” o por la reputación de una iglesia o cristiano famoso.
• La fe en Cristo no se basa en la perfección de los seres humanos, sino en la perfección de Dios manifestada en Jesucristo.
• En lugar de negar a Dios o abandonar una búsqueda de una fe verdadera, debes volverte aún más hacia Jesucristo.

Él es el único que nunca nos decepcionará ni nos fallará.

No importa cuán imperfectos sean los cristianos o cuántas fallas podamos ver en la iglesia, Jesús sigue siendo la respuesta a nuestras necesidades más profundas y el camino hacia la salvación.

Así que, no permitas que malas experiencias con “personas religiosas” te alejen de Dios.

Pon tu confianza en Jesucristo, quien es el único mediador entre Dios y los hombres (1 Timoteo 2:5).

Jesucristo es nuestra esperanza, el único salvador y refugio en medio de cualquier decepción o desilusión que podamos encontrar en el camino.

Pídele perdón por tus pecados, cree en Cristo como Dios, Salvador y Rey, y encontrarás perdón, una paz incomprensible y vida eterna en Él.